Podemos dividir las lesiones del ciclista en 2 grandes grupos:
· Lesiones por "sobre uso"
· Lesiones traumáticas.
Lesiones por sobre uso: Son aquellas que ocurren por error técnico o falta de entrenamiento, cuando sometemos nuestro organismo a esfuerzos para los cuales no está preparado. En general son lesiones benignas, que en sus etapas iniciales responden a tratamiento médico y un poco de reposo. Un ejemplo de este tipo de lesión sería la de un sujeto no habituado al ejercicio que se inicia en una clase de spinning y al tratar de acompañar el ritmo de sus compañeros entrenados, termina con dolores en sus rodillas, muslos, etc. Este sujeto no tendrá lesiones graves, pero sí lesiones leves y fastidiosas. En general estas lesiones se evitan aumentando el esfuerzo de forma gradual de acuerdo a nuestro nivel de entrenamiento y consultando a un especialista antes de iniciar un programa de entrenamiento. El uso de equipo adecuado también es fundamental para evitar las lesiones de este grupo:
a. La irritación de la piel en la región perineal:
Es un problema común en ciclistas princiantes. El uso de Lycras con acolchado adecuado, asientos anatómicos y el evitar humedad excesiva o largos trayectos cuando no estamos acostumbrados es la forma de evitar estas lesiones.
b. Las compresiones nerviosas en la mano:
Son vistas frecuentemente tanto en ciclistas ocasionales, como de alta competencia. Esas compresiones se observan principalmente en los nervios digital radial del 2° dedo, mediano (Síndrome del túnel carpiano) y cubital (Síndrome del canal de Guyón). En el ciclismo de montaña la compresión del mediano es la más frecuente y suele ocurrir al permanecer con la muñeca hiperflexionada dorsalmente durante largas subidas. La compresión del nervio mediano se manifieste como una parestesia (adormecimiento) del 2°,3er y 4° dedo. La manera de evitar estas compresiones es usando guantes con acolchado adecuado, uso de bicicleta con suspensión delantera, cambio frecuente de la posición de las manos en el volante evitando al máximo la dorsiflexión de la muñeca, acortar la distancia entre el sillín y el manubrio.
c. La zona perineal:
Es otro local anatómico frecuentemente afectado por las compresiones nerviosas en ciclistas del sexo masculino. La prostatitis, así como los síndromes compresivos de los nervios peniano y pudendo, que producen parestesia, son vistos con relativa frecuencia y normalmente mejoran con reposo. Generalmente ocurren por el uso de asientos con la punta muy dura y orientada hacia arriba lo cual maltrata la zona perineal principalmente al sentarse muy adelante durante las subidas. Estas molestias pueden evitarse usando sillines anatómicos (aquellos que tienen un hueco en el medio haciendo con que el apoyó se realice sobre ambas tuberosidades isquiáticas) y con la punta flexible y orientada hacia abajo. Otro buen hábito es levantarse del asiento con cierta frecuencia durante recorridos largos o en terreno muy irregular o durante subidas prolongadas.
d. Compresiones de nervios periféricos:
También pueden ocurrir en los pies. Por lo general se deben al uso de calzados muy justos o de suela muy blanda. La suela blanda cede ante cualquier protuberancia del pedal mientras que la rígida no. Los pedales automáticos incrementan de una manera increíble el rendimiento del pedaleo, pero a diferencia del proceso de caminar, en el ciclismo hacemos presión siempre sobre el mismo local durante el pedaleo, pudiendo causar compresiones nerviosas en el pie. Para evitar estas parestesias los zapatos deben ser cómodos para que permitan la movilidad de los dedos dentro de los mismos.
e. Los dolores cervicales:
Son mas frecuentes en el ciclismo de ruta donde la posición baja del tronco obliga al ciclista a forzar la extensión del cuello para poder levantar la cabeza y mirar hacia delante. En el ciclismo de montaña son menos frecuentes debido a la posición de pedaleo mas erguida y cuando se presentan generalmente se deben a la fatiga del músculo trapecio. Una buena forma de evitar esos dolores es realizando ejercicios orientados con peso para fortalecer el trapecio. Por lo general esos dolores pasan de un día para el otro al descansar
f. Los dolores lumbares:
En teoría deberían ser poco frecuentes en el ciclismo, ya que es una actividad que genera poco stress sobre la región lumbar, pero los recorridos largos en terreno irregular principalmente en bicicletas sin suspensión o con suspensión delantera únicamente pueden ser un castigo para la columna lumbar. Las potencias (stem) muy largas también favorecen la aparicion de este tipo de dolencia. Los ciclistas con dolores lumbares deben entrenar cortos periodos de tiempo, evitar terrenos muy irregulares y mantener una posición lo mas erecta posible. Ejercicios abdominales y dorsales para fortalecer la musculatura abdominal y para vertebral, así como los ejercicios de flexibilidad, ayudan a evitar esos dolores.
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