martes, 21 de junio de 2011

Niveles de Deshidratación en Ciclistas Recreacionales



Facundo Ahumada
Across, Suplementos Nutricionales, Córdoba, Argentina.
RESUMEN:
el objetivo del trabajo fue valorar los niveles de deshidratación en ciclistas recreacionales de la ciudad de Córdoba durante un entrenamiento de campo. Fueron realizadas dos mediciones: medición 1, temperatura: 37°C, humedad relativa: 25%; medición 2, temperatura: 25,5°C, humedad relativa: 23%. Los cambios en las variables medidas desde la condición pre- a post-ejercicio fueron los siguientes, respectivamente: masa corporal, desde 78 ± 14 a 75 ± 13 kg (p<0,001) (medición 1), desde 73 ± 9 a 72 ± 9 kg (p<0,001) (medición 2), la deshidratación, valorada a través del porcentaje de disminución de la masa corporal, alcanzó un valor de 3,3 ± 0,9% (medición 1), y de 1,2 ± 0,4% (medición 2), mientras que el volumen de fluidos ingeridos fue de 0,7 ± 0,3 L·h-1 (medición 1) y de 0,6 ± 0,2 L·h-1 (medición 2), los valores de tasa de sudoración, , correspondieron a 3 ± 1 L·h-1 (medición 1) y 1,5 ± 0,4 L·h-1 (medición 2). Concluimos en que bajo determinadas condiciones climáticas, los niveles de deshidratación alcanzados durante solo una hora de ejercicio pueden ser significativos (>2%), aun en ciclistas recreacionales, por lo que una estrategia de hidratación apropiada y específica para cada sujeto constituye un aspecto muy importante durante el entrenamiento. Debido a que la tasa de sudoración presenta diferencias interindividuales de gran magnitud, la valoración exacta de este índice para cada deportista reviste gran importancia a la hora de planificar las estrategias de hidratación pre-, intra- y post-ejercicio.
Palabras Clave: Agua Corporal, Euhidratación, Sudor, Rendimiento, Temperatura, Percepción.
INTRODUCCION
El agua es el solvente principal en el planeta Tierra y todos los procesos biológicos de los seres vivos que en ella habitan la requieren.
Los organismos vivos, así como el cuerpo del ser humano, presentan un contenido elevado de agua. Desde un punto de vista químico, el cuerpo humano podría dividirse en mineral, carbohidratos, proteínas, grasa y agua, en donde esta última representaría ~40% de la masa total (Wilmore, 1996).
Durante el ejercicio, la deshidratación puede incrementar el riesgo de que se produzca un golpe de calor, a través de ya sea la disminución del flujo sanguíneo a la piel o la disminución de la tasa de sudoración (Ryan et al., 1998). A este respecto, es digno de mención que ha sido reportado un incremento de 0,1 a 0,4°C de la temperatura central por cada pérdida de 1% de masa corporal (Ryan et al., 1998). No obstante, también es importante destacar que ha sido reportado que podría haber un umbral de deshidratación a partir del cual se produce este incremento, y podría corresponder a un 2-3% de pérdida de la masa corporal (Cheuvront & Haymes, 2001).
En relación a la tasa de sudoración durante el ejercicio, en la literatura están documentados diferentes valores. Ryan et al. (1998) reportan valores de entre 0,5 y 1,5 L·h-1, lo cual puede resultar en pérdidas que superan el 2 a 4% del peso corporal. Por otro lado, Kovacs (2006) plantea en relación al tenis que hombres y mujeres pueden perder entre 0,5 y 3,0 L de agua por cada hora de juego, dependiendo del ambiente, la intensidad del juego, la tasa de sudoración, la aclimatación, el nivel de hidratación, y la edad.
El objetivo del trabajo fue valorar los niveles de deshidratación en ciclistas recreacionales de la ciudad de Córdoba durante un entrenamiento de campo
RESULTADOS DE LA MEDICIÓN 1
Los cambios en las variables medidas desde la condición pre- a post-ejercicio fueron los siguientes, respectivamente: masa corporal, desde 78 ± 14 a 75 ± 13 kg (p < 0,001) (Figura 1). Por otro lado, la deshidratación alcanzó un valor de 3,3 ± 0,9% (intervalo 1,9-4,9 %), mientras que el volumen de fluidos ingeridos fue de 0,7 ± 0,3 L·h-1 (intervalo 0,3-1,5 L·h-1).
Figura 1. Variación de la masa corporal desde la condición pre- a post-ejercicio en la medición 1.
RESULTADOS DE LA MEDICIÓN 2
Los cambios en las variables medidas desde la condición pre- a post-ejercicio fueron los siguientes, respectivamente: masa corporal, desde 73 ± 9 a 72 ± 9 kg (p < 0,001) (Figura 2). Por otro lado, la deshidratación alcanzó un valor de 1,2 ± 0,4% (intervalo 0,6-2,1%), mientras que el volumen de fluidos ingeridos fue de 0,6 ± 0,2 L·h-1 (intervalo 0,2-1,1 L·h-1).

Figura 2. Variación de la masa corporal desde la condición pre- a post-ejercicio en la medición 2.
Los valores de tasa de sudoración fueron los siguientes: 3 ± 1 L·h-1 (intervalo 1,6-5,5 L·h-1) y 1,5 ± 0,4 L·h-1 (intervalo 0,8-2,4 L·h-1), respectivamente, para la medición 1 y 2.
CONCLUSIONES
En ambas condiciones meteorológicas evaluadas, los sujetos presentaron una deshidratación (%) significativa. Los sujetos perdieron el 3,3 ± 0,9 y el 1,2 ± 0,4% de su masa corporal durante el ejercicio en las mediciones realizadas a 37 y 25,5°C, respectivamente. En relación a esto, tal como fue previamente señalado, se ha reportado (Cheuvront & Haymes, 2001) una correlación alta (r = 0,76-0,87) entre la disminución de la masa corporal y la temperatura rectal. Observándose un incremento de ~0,4°C en la temperatura rectal, por cada 1% de pérdida de masa corporal más allá del 2% de disminución de la masa corporal. Esto implica que cuando los sujetos del presente trabajo se ejercitaron a 37°C, podrían haber sufrido un incremento de la temperatura rectal superior a 0,4°C. Del Coso et al. (2008) reportaron un incremento de la temperatura rectal hasta 39,4 ± 1°C en su grupo de ciclistas que perdieron el 3,7 ± 0,2% de su masa corporal, valor similar al encontrado por nosotros, mientras que el grupo de ciclistas que equiparó sus pérdidas de fluidos con la ingesta de los mismos, la temperatura solo se incrementó hasta 38,7 ± 0,1°C en el citado estudio.
Por otro lado, también está documentado (Cheuvront & Haymes, 2001) que los deportistas de resistencia de ambos sexos solo logran recuperar el 50% de sus pérdidas de fluidos, cuando la ingesta de los mismos es voluntaria. Nuestras mediciones indican que ese porcentaje puede ser incluso apreciablemente menor, ya que en el clima más cálido, los sujetos ingirieron 0,7 ± 0,3 L·h-1, y perdieron 2,6 ± 0,9 L·h-1, lo que implica que recuperaron solo el 27% del agua corporal que perdieron.
En relación a las tasas de sudoración encontradas, el valor en clima cálido (3 ± 1 L·h-1) está por encima del valor reportado en una revisión (Cheuvront & Haymes, 2001) que abarcó los resultados de una gran cantidad de estudios en corredores de fondo, donde se documentaron valores de 1,2 y 0,83 L·h-1 para temperaturas > 15°C y < 15°C, respectivamente. El valor obtenido en la medición realizada a 25,5°C (1,5 ± 0,4 L·h-1) también fue ligeramente superior a los valores reportados en la literatura.
Las diferencias interindividuales en la tasa de sudoración de los sujetos del presente trabajo fueron muy significativas. El intervalo de valores encontrados fue de 1,6-5,5 L·h-1, en la condición de clima más cálido, lo cual correspondió a pérdidas de masa corporal de 1,1-4,5 kg. Estos valores fueron de 0,6-2,1 L·h-1 y 0,4-1,5 kg en la condición de clima más templado. Esta amplia variabilidad también está documentada en la literatura.
Aplicaciones Prácticas
Una de las principales aplicaciones prácticas que consideramos importante destacar está relacionada a los elevados niveles de deshidratación que pueden ser alcanzados, incluso en entrenamientos de 1 hora de duración. De este modo, consideramos de vital importancia que los entrenadores alienten a sus deportistas a atenuar la pérdida de líquidos a través de una correcta hidratación pre-, intra- y post-esfuerzo. A este respecto, la valoración de la tasa de deshidratación del deportista a intensidades y condiciones meteorológicas específicas, puede constituir un modo de individualizar la hidratación del deportista pre- e intra-esfuerzo, para que la misma responda a las necesidades particulares.
Dirección para Envío de Correspondencia
F. Ahumada, correo electrónico: fahumada@suplementosacross.com
Nota
Los resultados de la medición resumida en este manuscrito han sido publicados en una revista científica. El lector interesado puede consultar el trabajo en: http://www.sobreentrenamiento.com/PubliCE/Articulo.asp?ida=1225&tp=s

REFERENCIAS
Cheuvront S.N. and Haymes E.M. 2001. Thermoregulation and Marathon Running. Biological and Environmental Influences. Sports Med., 31, 743-762.
Del Coso J., Estevez E., Baquero R.A., and Mora-Rodriguez R. 2008. Anaerobic Performance when Rehydrating with Water of Commercially Available Sports Drinks during Prolonged Exercise in the Heat. Appl. Physiol. Nutr. Metab., 33: 290-298.
Kovacs, M.S. Hidratación y Temperatura en el Tenis – Una Revisión Práctica. PubliCE Premium, 06/09/2006. Pid: 699.
Ryan A.J., Lambert G.P., Shi X., Chang R.T., Summers R.W., and Gisolfi C.V. 1998. Effect of hypohydration on gastric emptying and intestinal absortion during exercise. J. Appl. Physiol.; 84 (5): 1581-1588.
Wilmore J.H. 1996. Composición Corporal y Reservas de Energía del Cuerpo. En: R.J. Shepard & P.-O. Astrand (eds.) La Resistencia en el Deporte, Paidotribo, pp. 260-261.

No hay comentarios:

Publicar un comentario